Tecnología VRT® 4.0
El núcleo de la tecnología VRT® 4.0 es un reactor aeróbico vertical continuo subterráneo, que combina principios y beneficios de tecnologías ampliamente avaladas: fangos activados, lechos fluidizados, flotación por aire disuelto (DAF), aireación prolongada a baja carga, oxidación total…
La tecnología VRT® 4.0 proporciona resultados muy eficientes, sin apenas producción de lodos y a un costo muy competitivo: hasta el 99% de remoción de DBO, DQO, SST, N y P.
La tecnología VRT® 4.0 de última generación ofrece innovaciones tales como:
♦ Mínima superficie ocupada: aprox. 10% de la superficie ocupada por una EDAR convencional de fangos activados
♦ Ahorros en el tratamiento de las aguas residuales: CAPEX, hasta del 75% – OPEX, hasta del 50%
♦ Posibilidad de reutilización completa del caudal depurado: valorización máxima del agua
♦ Producción final de lodos (biosólidos) muy reducida: < 0,1 kg M.S./kg DBO abatido
♦ Impacto paisajístico irrelevante: tratamiento «in situ» de los efluentes residuales
♦ Proceso biológico estable, incluso bajo condiciones climáticas extremas
♦ Ahorros en los costos de producción industriales relacionados con el uso del agua: hasta del 100% con tratamientos complementarios de ultrafiltración y ósmosis inversa
♦ 25 años de eficacia contrastada: más de 200 instalaciones en 6 países
Proceso VRT®
El influente proveniente de la sección de pretratamiento (desbaste, desarenado y desengrasado) llega a la primera etapa del tratamiento secundario: el reactor de homogeneización-ecualización (1). Es éste un tanque de mezcla y laminación diseñado para:
♦ Activar los lodos.
♦ Contener incrementos inesperados de caudal y/o carga contaminante, evitando disfunciones en los procesos biológicos posteriores.
A continuación el influente entra en la segunda etapa del tratamiento secundario, auténtico «núcleo» del proceso: el reactor vertical (2). La entrada se produce gracias a la gravedad y al efecto de succión provocado por el accionamiento del air-lift de extracción. A contracorriente del flujo descendente una «cortina» ascendente de microburbujas mantiene suspendida la materia, desplazándola lentamente a través de los diferentes lechos fluidizados, formados a diferentes profundidades. Los procesos de floculación en el interior del reactor vertical desarrollan la fase activa de la digestión aerobia, aprovechando el crecimiento exponencial de los microrganismos debido a la gran cantidad de O2 disuelto como consecuencia de la elevada presión parcial ejercida por la columna de agua.
El lento movimiento descendente del influente en contraposición al rapidísimo ascenso hacia la superficie del licor-mezcla tratado (a través del air-lift de extracción) habilita el posicionamiento de los lechos fluidizados a profundidades óptimas y mantiene constantes las condiciones biológicas de cada estrato, permitiendo la consecución completa de los ciclos de digestión y mineralización de la materia orgánica.
Seguidamente el licor-mezcla tratado es enviado, desde el fondo del reactor vertical y a través del air-lift de extracción, hacia la tercera y última etapa del tratamiento secundario: el reactor de decantación-clarificación (3). La velocidad ascensional alcanzada en el interior del air-lift permite arrastrar las partículas pesadas (lodos digeridos) presentes en el fondo del reactor vertical, provocando asimismo la descompresión súbita de la emulsión extraída, la destrucción de los flóculos y la muerte de las células («lisis celular»). En esta sección de decantación-clarificación aeróbica se completan dos tareas principales:
♦ La nitrificación del efluente, usando el sustrato de carbono inorgánico proveniente del fondo del reactor vertical.
♦ La desagregación de la escasa materia orgánica extraída del fondo del reactor vertical, convirtiéndola en fuente de carbono óptima para los organismos desnitrificantes presentes en la última etapa del proceso.
Finalmente el efluente es enviado, mediante el accionamiento de otro air-lift, a la sección de tratamiento terciario (4). Ésta se compone de un filtro de gravas anóxico de flujo vertical ascendente y de un sistema de desinfección. En el filtro se completa la remoción biológica de los nutrientes (P y N), antes de someter el caudal al tratamiento de desinfección conforme la normativa vigente, obteniéndose así un efluente final de altísima calidad, adecuado para su vertido y/o reutilización completa.